Saturday, May 27, 2017

Un líder ama a Dios y a la gente

Un líder ama a Dios y a la gente. Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mateo 22:37-39 Para amar a Dios y a la gente, necesitamos primeramente la revelación del gran amor que Él tiene por cada uno de nosotros. En virtud de ese amor, nos rendiremos al Padre, tal como lo hizo el Señor en Getsemaní, donde hizo a un lado su “yo”, su voluntad, para hacer la voluntad de Dios y dar su vida por amor a nosotros. Amar a las personas, es el resultado de amar primeramente a Dios y dejarse amar por Él. Amar no significa estar siempre de acuerdo con las personas, pero tu madurez quedará demostrada siguiendo adelante en el cumplimiento del propósito que te une con los demás. Recuerda que cada persona posee cuatro necesidades básicas: Amor, aprecio, aprobación y sentirse útil y necesitado. El amor de Dios engloba y suple cada una de éstas en el ser humano. Hijo, tu papel en la vida es hacer que el cielo venga a la tierra. Tu llamado y elección es dar a conocer mi bien y que te asegures de que nadie en tu esfera de influencia escape de mi bondad. Tu comisión es prodigar mi amor a todos los que vengan a tu camino hasta que no exista en su mente ninguna duda de mi amor radical, a pesar de todas sus elecciones de estilo de vida contrarias a mi carácter. La necesidad más grande en la tierra es que venga el arrepentimiento provocado por mi benignidad. Es mi benignidad y no mi severidad la que guía a los hombres al arrepentimiento. Así que deja todas las declaraciones y los decretos de pesimismo y desaliento. La consternación nunca ha cambiado a nadie. La condenación nunca ha transformado una vida. La penumbra no pone mi reino en el corazón de alguien porque mi reino es justicia, paz y gozo. Deja de permitir que el enemigo establezca el orden de la agenda de tus respuestas a los que son incómodos, sin amor e incrédulos. No hay defensa contra el amor. ¿Por qué te colocarías delante de cualquier persona que no me conoce de otra forma, sino en amor? El amor es la fuerza innegable, impenetrable, absolutamente invencible en la tierra. Es lo que Yo soy y no sólo lo que Yo hago. Sal en este día y sé el amor de manera incondicional. Sal y ama con el amor con que Yo amé cuando fui a la cruz. Este es el amor que trae la resurrección de entre los muertos y la vida de la muerte. Este es el amor que te colocó en los cielos - sentado en el trono junto conmigo en los lugares celestiales, y como un principado y potestad en la tierra. Este, amado, es el amor que te doy mm el amor que deseo dar a través de tí a un mundo perdido que se rendirá a mi reino mientras Yo estoy hablando. Tu Padre. Te invito a que digas conmigo: Señor, yo lo creo y lo recibo en el Nombre de Jesús, amén. Compártelo Creí, por lo cual hable

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