Sunday, April 30, 2017

Bienaventurados los pobres de espíritu

Bienaventurados los pobres en espíritu Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5:3 El término “pobre en espíritu” no se refiere a una persona temerosa, cobarde o carente de bienes; sino aquélla que reconoce su necesidad de Dios y su incapacidad para sacar adelante su vida sin Él. El pobre en espíritu reconoce la perfección y la santidad de Dios, así como sus limitaciones propias, por lo que está dispuesto a vaciarse de sí mismo para ser llenado por Dios. Pobre en espíritu es lo opuesto a ser auto suficiente. Amada familia celestial, el reino de los cielos está conformado por gente que da toda la gloria al Señor (por lo que son y lo que tienen); que no se auto exaltan ni se sienten superiores o inferiores a los demás, sino que encuentran su valor unidos y confiados a Dios y a Cristo. ¿Eres uno de éstos? Entonces eres “bienaventurado” y tu recompensa es ser parte del reino de los cielos. Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Mateo 5:4 Padre, durante mucho tiempo intenté vivir en mis propias fuerzas y no logré nada. Hoy reconozco mi total dependencia de tí. Lo primero que hiciste al salvarme fue llenar mi vida con tu paz, tu gozo y tu presencia. Mientras más te conozco, más aumenta mi deseo de estar totalmente rendido a tu voluntad. Lléname hoy de tu vida, de tu presencia y de tu amor, en el nombre de Jesús, amén. Compártelo Creí, por lo cual hable

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