Saturday, September 9, 2017

Soy tu hijo.

Soy tu hijo.

Ya no somos huérfanos, sino hijos de Dios. El ser humano vive en orfandad hasta que recibe la paternidad de Dios por medio de Jesucristo. La falta de paternidad hace que el hombre tenga un espíritu débil e inseguro, o rebelde y orgulloso, sin verdadera identidad.

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Juan 1:12-13

No tienes un Padre ausente ni eres un niño abandonado en el reino. Tu Padre sabe de qué cosas tienes necesidad y siempre está presente en tiempo de angustia. Clama a Él y te responderá rápidamente. Nunca más te preguntarás: ¿dónde está Dios en todo esto? Porque aprenderás que en medio de la tormenta, al humillarte en su presencia, su furia cesará y vendrá la calma y te encontrarás de nuevo en tierra firme y el paisaje de tu vida cambiará radicalmente.

Padre, gracias por la revelación de tu paternidad. Soy tu hijo y tú eres mi Padre, el dueño y Señor de mi vida. En el secreto espero y estoy atento para oír tu voz diciéndome que me amas con amor eterno e incondicional. En el nombre de Jesús, amén.

  Creí, por lo cual hable

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