Sunday, November 12, 2017

Obedecer trae recompensas.

Obedecer trae recompensas.

No hay atajos al cumplimiento de la voluntad de Dios. Recordemos como el Señor sacó a los israelitas de la esclavitud de Egipto con grandes señales. Se propuso llevarlos a la tierra prometida; sin embargo su pueblo se le resistió cuarenta años, debido a su incredulidad, desobediencia e ingratitud, se tardaron 40 años..

Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyeren hoy su voz, 8 No endurezcan sus corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, 9 Donde me tentaron sus  padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. 10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos. 11 Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.
Hebreos 3:7-11

El cumplimiento de su voluntad nunca es el camino de la conveniencia personal y mucho menos un atajo. El Señor Jesucristo caminó en obediencia total a la Cruz, para dar su vida por ti y ahora está sentado a la diestra del Padre.
En Getsemaní Jesús oró así:
Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
Mateo 26:39

Padre, gracias porque la obediencia de Cristo trajo como fruto y recompensa la salvación para mí y para todos los que por medio de Él se acercan a tí y al Él le diste un nombre sobre todo nombre, delante del cual dobla rodilla todo lo que está en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Yo hoy decido poner tu palabra en medio de mi corazón, meditar y deleitarme en ella, pero sobre todo, obedecerla y hacer tu voluntad, porque mi esperanza esta en tí y sólo en tí confio,  en el nombre de Jesús, amén.
        Creí, por lo cual hable
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