Reflexiones sobre la obediencia.

Reflexiones sobre la obediencia.

Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; 28 y le daré la estrella de la mañana. 29 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Apocalipsis 2:26-29

El evangelio siempre me inspira a la acción.
1a Corintios 15:1
Gálatas 2:14

Detrás de la obediencia está la realidad de Dios.

Obedecer es mi oportunidad de comprobar la eficacia de su verdad.  Romanos 12:2

Obedecer libera la vida contenida en su Palabra.
Isaías 55:10-13

Obedecer la Palabra me saca de la mentira, el engaño y el pecado.

El Señor quiere mi obediencia voluntaria, nunca forzada.
Cuando obedezco, le estoy diciendo al Señor Jesús que le amo.
Juan 14:15

Conocer la Palabra me envanece (me hace religioso, orgulloso y legalista), practicarla en amor, edifica.
1a Corintios 8:1

Obedecer me hace útil al Señor, me hace instrumento de su justicia.
Obedecer me da libertad.
Juan 8:32, 36;
Romanos 6:17-18

Obedecer me une al Señor en una misma voluntad.
Juan 17.4
Juan 8.29

Obedecer a Dios me santifica. Hebreos 5:10
1a Pedro 1:2

Obedecer me encamina a descubrir y cumplir mi destino.
Efesios 2:10

Los discípulos de Cristo, decidimos obedecerle, haciendo su voluntad y no la nuestra.
Salmo 40:8
Hebreos 10:5-10
Marcos 8.34-35

Para obedecer necesito el poder de la gracia, la fuerza del Espíritu y mi deseo de morir a la desobediencia, a la rebeldía, a la terquedad.
Romanos 8:13

Padre, gracias porque quitaste de en medio de mi el corazón de piedra y pusiste en mi un corazón de carne capaz de amar, entender y obedecer,  en el nombre de Jesús, amén.
      Creí, por lo cual hable
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