Wednesday, December 20, 2017

Identificación e intercambio.

Identificación e intercambio.

La muerte de Jesús no fue accidental, sino el cumplimiento del plan divino para la humanidad. Su muerte hizo posible la identificación y el intercambio divinamente ordenado, para librarnos de la muerte eterna. La redención es la expresión máxima del amor, la misericordia y la gracia infinita de Dios, por nosotros.

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Isaías 53:4-5

 El Padre cargó sobre Jesús, la rebelión de toda la humanidad, así como su castigo y consecuencias. Jesucristo aceptó tomar tu lugar y pagar la herencia de maldición y muerte que te correspondía; hasta finiquitarla y librarte de ella.

Padre, ¡gracias, gracias, gracias! Porque estaba perdido, sin esperanza, sin Dios en el mundo, sin manera de acercarme a ti, no había forma de que me aceptaras en la condición perdida en que me encontraba. Pero en tu gran amor por mi, mandaste a tu Hijo, a tu Único a tomar mi lugar. A pagar por el castigo que solamente yo merecía, dándome con ello libre acceso a tu presencia y el derecho de ser llamado tu hijo. ¡Gracias, gracias, gracias! En el nombre de Jesús, amén.
        Creí, por lo cual hable
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