Creciendo en carácter.

Creciendo en carácter.

Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.
2a Timoteo 2:21

En nuestra sociedad, las habilidades y los dones son más admiradas que un buen carácter. Los logros, especialmente económicos, se valoran por encima de la integridad, la bondad y la humildad. Podemos constatarlo en todas las esferas: En la política, el deporte, las artes y las empresas, se destacan quienes logran sus fines, aun cuando los medios para alcanzarlos no sean legítimos.

Sin embargo, en el liderazgo cristiano lo más importante es lo que la persona es. El Señor Jesús siempre te desafía a vivir rectamente, en integridad y congruencia; en coherencia entre lo que crees, hablas y haces.
Vivimos tiempos en los que lo más importante es ganar a cualquier precio. La avaricia, la codicia, la satisfacción de los placeres inmediatos te incitan a transigir, es decir, a ceder a tus ideas y valores, a actuar en contra de tu fe. ¡Sé fuerte en el Señor, y no caigas!

Padre, gracias porque me has dado un nuevo corazón, capaz de amarte, obedecerte y guardar tus mandamientos. Gracias porque me has dado tu Espíritu Santo, que me empodera y vivifica y gracias porque me ocupo de mi salvación con temor y temblor y tú produces en mi en querer y el hacer por tu buena voluntad. Ayúdame. a crecer en mi carácter hasta alcanzar la estatura de tu Hijo, en el nombre de Jesús, amén.
    Creí, por lo cual hable
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