No quitemos la mirada del Señor Jesús

No quitemos la mirada del Señor Jesús 

Nuestro reto es no quitar la mirada del Señor, sino seguir confiando en Él, por encima de todo lo que estemos viviendo, sin ceder a la presión del entorno. Un ejemplo fue Juan el Bautista, que reconoció a Jesús como el Hijo de Dios, pero cuando estuvo bajo circunstancias adversas dudó. Otro ejemplo es Pedro, quien caminó sobre las aguas, pero al ver las circunstancias comenzó a hundirse.

Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas  29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús 30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! 31  Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

Juan 14:27-31 

Dios ya  nos ha dado sus promesas: promesa de sanidad, de prosperidad, de cancelación de deudas, de libertad, de unión familiar, de salvación. Aférrate a cada una de ellas y no permitas que lo que ves en lo natural te aparte de ellas. Recuerda que la fe viene por el oír la palabra de Dios, se fortalece con tus oraciones y se desata con tus acciones. 

Padre, abre mis ojos para que pueda ver que más son los que están conmigo que los que están contra mi. Creo en ti, creo en tu palabra, en tus promesas, creo en lo que tu Hijo Jesucristo ganó para mi en la cruz. Hoy quito la mirada de mis circunstancias y volteo a Jesús, el autor y consumador de mi fe. En el 

Nombre  de Jesús

El Señor es mi Pastor nada me Faltará