Saturday, October 21, 2017

Mentalidades respecto al dinero.

Mentalidades respecto al dinero. 

1. EL DINERO NUNCA ALCANZA: Necesito más dinero. Una persona con esta mentalidad, se gasta todo el dinero que recibe y nunca es suficiente; siempre está en déficit. Todo lo que gana es para auto consumo, no piensa siquiera en ayudar a alguien. Sus gastos son mayores a sus ingresos, por lo general piden prestado y no pueden pagar. Una persona pobre es la que gasta todo lo que recibe, y si gasta más de lo que recibe, será un pobre endeudado.

 2. EL DINERO APENAS ALCANZA: Aunque el ingreso por lo general no falla, apenas alcanza para cubrir sus necesidades personales y familiares. Estas personas viven con miedo de que les llegue a faltar, sin embargo, todo el dinero extra que reciben, en lugar de ahorrarlo, lo consumen; siempre encuentran formas de utilizarlo en gastos superfluos o innecesarios. Rara vez ayudan a alguien más y por lo general están endeudados. 

3. EL DINERO NO ME FALTA: Estas personas por lo general han tomado la decisión de no gastarse todo lo que reciben. Satisfacen sus necesidades personales, pero son disciplinadas en cuanto a gastos superfluos. Siempre disponen de cierta cantidad para el ahorro, para ayudar al necesitado y para invertir en proyectos que generen recursos; y si son creyentes, en primer lugar diezman. Tienen una mentalidad de riqueza. Dios está deseoso de bendecirte, pero dará más a los que son buenos administradores y dadores, ya que en su reino, el principio básico es DAR. Decide desde hoy cambiar tu manera de pensar acerca del dinero y recibe la bendición de tu Padre. Den, y se les dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en su regazo; porque con la misma medida con que midas, te volverán a medir. Lucas 6:38 Padre, gracias porque me amaste de tal manera que diste a tu único Hijo, para que no me pierda, sino que tenga vida eterna. Tú eres dador y yo hoy hago la decisión de ser también un dador de aquí en adelante, pues soy depositario y conducto de tu riqueza en la tierra, para los fines de tu reino. Lo haré generosamente, con obediencia, pues sé que tú abrirás las ventanas de los cielos sobre mi vida y mi provisión operará de acuerdo a tu economía y no según la economía del hombre, en el nombre de Jesús, amén. ​​​​​​​ Creí, por lo cual hable Compártelo

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