Soy hacedor de tu palabra.
Bienaventurados cuando por mi causa los vituperen y los persigan, y digan toda clase de mal contra ustedes, mintiendo. 12 Gócense y alégrense, porque su galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de ustedes.
Mateo 5:11-12
Hay una gran recompensa para quienes dan su vida por la extensión del reino de Dios. ¡Pero hacemos esta advertencia! No invitemos la persecución a causa de nuestra falta de sabiduría al predicar el evangelio. Que el Espíritu Santo nos otorgue la gracia y el amor para cosechar las almas que ya están listas para ser de Cristo. Recordemos que la mies (la cosecha) es mucha y los obreros pocos.
Recuerda que habla más lo que haces, que lo que dices. El mero conocimiento de las cualidades del carácter, conductas y recompensas que del Rey de reyes tiene para sus súbditos, los ciudadanos de su reino, esto es, sus hijos, no es suficiente, ya que un conocimiento que no practicas, no te pertenece. Decide desde hoy ser un hacedor de la palabra y no solamente un oidor de ella.
Padre, gracias por la revelación de tu palabra. Hoy determino ser un hacedor de ella y no solamente un oidor olvidadizo, tú me has capacitado con el nuevo corazón de carne que pusiste dentro de mí, capaz de amarte y obedecerte y con el poder de tu Espíritu Santo, mi decisión es firme y sobre mis caminos resplandece tu luz, en el nombre de Jesús, amén.
Creí, por lo cual hable
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