Wednesday, January 10, 2018

No juzguemos

No juzguemos

No juzguen, para que no sean juzgados.
Porque con el juicio con que juzgan, serán juzgados, y con la medida con que miden, les será medido.
¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Mateo 7:1-5

Renuncia a la necesidad de hacer juicios innecesarios. Di dentro de ti: "No tengo ninguna opinión sobre eso ..." Esta es la única forma de silenciar la mente carnal y dejar espacio para la mente del Espíritu que Dios te ha impartido. Discutir opiniones sobre cada circunstancia y situación que enfrentas es una pérdida de tiempo y un desperdicio de energía. Elije no tener ninguna opinión. Renuncia a la necesidad de calificar, categorizar, corregir, etiquetar, interpretar o evaluar de alguna manera las personas, cosas y situaciones que te rodean. El ruido blanco de la opinión en el fondo de tu mente apaga al Espíritu y ahoga el silbo suave y apacible de su voz. Tranquilízate. Escucha lo que Dios está diciendo. Rehusa permitir que la anarquía de tu alma silencie la paz que imparte a tu espíritu.

Así que, no juzguen nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
1o Corintios 4:5

Cuando te sientas a juzgar, el martillo no sólo cae contra tu adversario sino que también te entrega al torturador. Los barrotes y las puertas de la opinión te impiden recibir todo lo que está disponible para ti en este momento. No hay un período de tiempo místico que deba transcurrir antes de que entres; sólo existe la necesidad de limpiar la casa y desechar la impureza de esos pensamientos en tu mente que entran en conflicto con lo que Dios es y lo que está haciendo. Está dispuesto a extender a otros la gracia que deseas recibir. La bendición y el beneficio que retendrías de aquellos a quienes desapruebas nunca te llegarán hasta que renuncies al hábito adictivo de los juicios y opiniones infructuosas.

Gracias Padre porque este es el año de la prosperidad en todas las áreas de mi vida. Siempre estás conmigo, nunca me dejas ni me desamparas, me esfuerzo y soy valiente, para alcanzar lo que me has prometido. Tú gobiernas en mi vida, en el Nombre  de Jesús,

Al que cree todo le es Posible

No comments:

Post a Comment