Hijo(a) te bendigo....

Hijo(a) te bendigo....

Amado hermano(a) bendice regularmente a cada hijo tuyo con declaraciones como las siguientes. Elabora tus propias bendiciones con la Palabra de Dios.

>HABILIDADES:
En el nombre de Jesús, te bendigo (di su nombre), para que veas con claridad los talentos y habilidades que Dios te ha dado, para que los utilices fielmente y los multipliques. Declaro que eres un trabajador competente en el campo de trabajo al cual Dios te envía. Mírate a ti mismo como una persona con muchos dones y talentos. El Espíritu Santo está listo para ayudarte a entender y desarrollar tus habilidades; por tanto, no temas pedir su ayuda. Que los dones y frutos del Espíritu Santo sean evidentes en tu vida para ayudar a otros. Te bendigo con la unción de Dios para que se cumpla su propósito en tí.
Mt. 25. 14-30;
Ro. 12. 4-8;
1 Co. 12. 4-11

>ABUNDANCIA:
Hijo(a), te bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, con la abundancia de bienes que Dios ha ordenado que poseas, utilices y compartas. Declaro que siempre tendrás suficiente para ti y para prestar y dar a muchos, sin que necesites pedir prestado. El Señor prosperará la labor de tus manos, el fruto de tu vida, de tus inversiones, tiempo y energía y el fruto de tu tierra. Él te bendice con abundancia de gracia. Dt. 15.6; 30.9;
Sal. 92.12.

>SEGURIDAD:
(Di su nombre), te bendigo en el nombre de Jesús con la presencia continua de Dios. Él irá delante de ti y guardará tu entrar y tú salir. Te sostendrá con sus manos, para que no te lastimes el pie con una piedra. Cuando le llames, Él te responderá y estará contigo en medio de las dificultades, nunca te dejará ni te desamparará; el Señor será tu ayudador siempre; por lo tanto, no temerás. Tú, el amado del Señor, descansas seguro en Él, porque te acercará con su amoroso cuidado y te preservará de cualquier daño. Tendrás la seguridad de que Dios cumplirá todo lo que te ha prometido. Gn. 28.15; Dt. 33.12;
Sal. 91; Ez. 34.16;
Jn.14.18; He. 13.6.

>TEMOR DEL SEÑOR:
AMOR REVERENTE A DIOS.
Hija(o), te bendigo en el nombre de Jesús, con un temor reverencial para con Dios y con la gracia para guardar sus mandamientos; para que te vaya bien a ti y a tus hijos. Declaro que a causa de ello, tendrás felicidad y encontrarás gran deleite en vivir para el Señor. No tendrás temor de la gente, sean grandes o pequeños, o de lo que digan o hagan en contra tuya. Las circunstancias nunca sacudirán tus cimientos, porque temes al Señor y obedeces su Palabra. Te bendigo con la habilidad de aborrecer las cosas que Dios aborrece: el espíritu orgulloso, la lengua mentirosa, los ojos altivos y los pensamientos malos. Su bandera está levantada sobre ti, porque reconoces que Él es tu Dios de verdad y justicia. Sal. 25.12-14; 60.4; 128.1; Dt. 5.29;
Pr. 6.16-19.

>SALUD DIVINA:
(Di su nombre), te bendigo en el nombre de Jesús, con salud física, mental y emocional inquebrantable todos los días de tu vida. Te bendigo declarando que tendrás una vida larga llena de vigor y de un anhelo ardiente por servir al Señor. Él bendecirá tu pan y tus aguas y quitará toda enfermedad y toda plaga de en medio de ti. Te declaro lleno de su sabiduría e inteligencia y apartado del mal. Su palabra será medicina a tu cuerpo y refrigerio para tus huesos. Recibe la revelación del Sanador y se bendecido con salud divina, prosperado en todo lo que haces, así como prospera tu alma. Declaro que el Señor te usará para hacer el bien, para sanar enfermos y quitar opresiones malignas. Jamás serás orgulloso ni confiarás en tu propia prudencia; al contrario, confiarás en el Señor siempre y evitas el mal.
Éx. 23.25; Dt. 7.15;
Pr. 3.7-8;  Is. 53.5;
3 Jn. 2.

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